lunes, 3 de marzo de 2025

CIBERACOSO Y SEXTORSION

 

El ciberacoso y la sextorsión son dos formas de acoso en línea que, aunque tienen características distintas, comparten el hecho de que ambas pueden causar un gran daño emocional y psicológico a las víctimas, especialmente en el contexto digital.

El ciberacoso se refiere al uso de internet, redes sociales o plataformas digitales para acosar, humillar o intimidar a otra persona. Puede incluir el envío de mensajes hostiles, la publicación de comentarios maliciosos, la difusión de rumores o incluso el "doxxing", que es la publicación de información personal sin consentimiento. Un caso típico de ciberacoso podría ser el de una persona que es constantemente insultada en redes sociales o que recibe amenazas por parte de un grupo en línea. Las víctimas de ciberacoso suelen experimentar sentimientos de ansiedad, depresión y, en algunos casos, trastornos más graves. Un ejemplo reciente es el de adolescentes que sufren acoso en plataformas como Instagram o TikTok, donde los comentarios y las interacciones tóxicas pueden generar un impacto muy negativo en su bienestar emocional.

Por otro lado, la sextorsión es un tipo de extorsión que involucra la amenaza de difundir material íntimo o sexual de una persona sin su consentimiento. Este tipo de acoso generalmente comienza cuando un agresor obtiene imágenes o videos comprometidos de la víctima, ya sea a través de engaños, manipulaciones o incluso hackeos. El acosador luego amenaza con divulgar ese material a amigos, familiares o en plataformas públicas, a menos que la víctima acceda a sus demandas, que pueden ser económicas, sexuales o de otro tipo. Un ejemplo común de sextorsión es cuando una persona recibe un mensaje de un desconocido que afirma tener videos privados de ella y le exige dinero o más contenido sexual a cambio de no hacer públicas las imágenes. Este tipo de acoso puede tener consecuencias devastadoras, tanto para la persona afectada como para su círculo cercano.

Ahora bien, ¿cómo podemos luchar contra estas formas de acoso?

  -  Educación digital: Es fundamental enseñar a los más jóvenes a usar internet de manera responsable, a ser conscientes de los riesgos que existen en línea y a cuidar su privacidad. Esto incluye no compartir información personal o imágenes íntimas sin ser conscientes de las consecuencias.

  -  Denunciar: En casos de ciberacoso o sextorsión, lo primero es no quedarse en silencio. Las plataformas de redes sociales y los servicios de mensajería tienen mecanismos para reportar abusos. Además, se debe acudir a las autoridades si la situación es grave, especialmente en el caso de la sextorsión, que es un delito.

  -  Apoyo emocional: Las víctimas de ambos tipos de acoso deben saber que no están solas. Buscar ayuda en amigos, familiares o incluso profesionales de la salud mental es crucial para superar los efectos emocionales de estas experiencias.

En resumen, tanto el ciberacoso como la sextorsión son conductas dañinas y peligrosas que deben ser detenidas a través de la educación, la denuncia y el apoyo emocional. Solo así podremos reducir su impacto en la sociedad digital y proteger a quienes más lo necesitan.

 

https://elpais.com/mexico/2024-12-05/absuelto-el-joven-acusado-de-alterar-con-ia-miles-de-fotos-de-alumnas-del-ipn-para-fines-sexuales.html

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